domingo, abril 27, 2008

XV

a Luis


Me regalaste la fe,
Y sanaste mis heridas,
discutimos sobre locos y santos,
héroes y corcheas,
me regalaste la dicha,
saciaste mi sed,
dibujaste
con trazos muy finos
las palabras,
alas del sol,
nubes de la noche,
y mientras miramos las
estrellas taciturnas
te pregunto,
porqué brillan las estrellas?
Y en voz muy baja me respondes,
porque las iluminan las palabras.

XIV

Los colores de la piedad,
Las heridas que no sangran,
la gracia de tu mirada,
el abismo de tu abismo,
la búsqueda de la fe
como la fe que se derrama,
las cuatro palabras
que nunca dije,
esas pequeñas canciones
que me dieron felicidad,
la inocencia
el perdón
y volver
a comenzar.


XIII

Te digo que no,
que no es tan fácil.
cruzamos los canales en Montmartre
riendo, despertando sueños,
nos visita la dicha, temprano,
vestida de mañana
y sabemos que es la hora
de las profecías,
y ahora sería perfectamente posible
soñar tu vigilia
navegar tu cuerpo,
dibujo de tu alma.

ternura infinita,
y tu santuario,
pero…
las palabras
ya no son
y estoy solo
y este sueño,
pesadilla que no cesa,
y un abismo perfecto.

domingo, febrero 17, 2008


nn

XII
nunca fui camino,
ni espada,
ni cruz,
ni caminante,
nunca fui cárcel,
nunca hablé con palabras ciertas,
nunca tuve la dicha de tenerte,
sólo añoro,
y quizás. porqué no,
estoy algo arrepentido.

nadie escribirá mi epitafio.

lunes, junio 25, 2007


pequeño ángel
XI
dios fabrica cielos,
es su ocupación
de eterno peregrino,
pero cansado
de viajes sin retorno
se duerme
y sueña
que duerme en esos cielos
con pájaros y estrellas,
despierta en aquel sueño
y es un hombre
que,
deslumbrado,
agradece a dios el esplendor,
y la dicha,
de estar
simplemente,
en ese instante,
pero inmediatamente llora
porque sabe,
que dios al que agradece
ya no existe.

coitus interruptus

X
una mujer camina descalza en la arena,
piensa que todo es natural
no intuye
ella está ahí
por una causa,
un designio
que tiene su efecto en ese instante,
de caminar,
despreocupadamente,
nada es natural
¿cómo podría serlo?
si en ese devenir
de causas y efectos,
infinitamente,
un niño ha jugado desde siempre
en esa arena,
sentado,
sonriendo,
tejiendo y destejiendo tramas
con hilos de arena,
la mujer se encuentra con el niño
él la mira mansamente
y hace un nudo de arena con sus manos
ella piensa
en su muerte de arena
y no se ha dado cuenta
que su sombra
ha desaparecido
junto con ella.

sábado, junio 23, 2007

IX

Si digo tu nombre,

a cada instante


Si paseo por tu cuerpo

en mi penumbra


si descubro los rincones

que guardan tu recuerdo


si cierro los ojos y te veo

reordenando mi memoria


si estas en todas

las palabras


porque no puedo hallarte,

si estás aquí a mi lado?





VIII
alguien yace,
y dibuja los bocetos

de su propia muerte.



VII

I) descifrar el poema,

mirando los espejos

que repiten lo que digo,

misteriosamente,


II) dibujar niños muy pequeños,

en la noche

quemando brujas en la hoguera,

riendo,


III) mover las infinitas

piezas que se ocultan

y no dejan ver el juego,


reordenando los instantes,

en la frágil memoria,


que guarda los signos

de la vida y de la muerte,


susurrando al oído

aquello que nunca dije.

miércoles, junio 20, 2007



VI
a luis

Tu vistes de alegría

Mis días de sosiego


Transparentas las imágenes

oscuras del ocaso


te quedas en silencio

esperando las respuestas


me miras sin saber:

tú guardas mi memoria,


te quedas en silencio,

y luego con un beso

despiertas la mañana


V
cómo habitar tu sueño

de mujer implacable
en las orillas de esta noche,
visión única, de ángel y estrella,
algo mas
y tambien
por que no

si yo solo soy un tonto
que te busca

domingo, noviembre 05, 2006



lV

la luna es un sueño imposible

en un cielo confundido,

silencioso,

y nosotros danzamos,

pretendemos enamorar las estrellas

en un ritual delicioso,

danzamos,

abrazamos nuestra única vida

a la luz de nuestras almas exaltadas,

danzamos,

olvidamos el perdón imposible

de los muertos,

expectantes,

danzamos,

porque dios

ya no llora

su pequeña vida

de miserias.

lll

mira, como ella

acaricia

las lilas

y cruza el cielo cansada de esperar,

mira como cierra sus manos

misteriosa

acunando

el silencio

mansamente,

mientras

la brisa nos envuelve

en el camino de regreso.



ll

este cielo es la promesa,

es la noche,

son mis manos,

son mis ojos que te buscan,

ángel que albergas

mis sueños desvelados,

ángel taciturno que

aguarda en la vigilia

el momento de decir

simplemente,

sin palabras.

l

Tú haces de mis sueños

visiones deleuterias,

Resuelves mis insomnios

de hombre atormentado,

con movimientos indecibles

dibujas las imágenes

de

ese

único

otro

lado,

al conjuro de la noche,

esperando,

que aquel cielo que viste

ya no exista.